¡Nueve días para la boda! y 66 testigos....

Nueve días para la boda¡¡ y Lidia ya tiene el vestido, el banquete contratado y la música elegida....y !!sesenta y seis testigos que han hecho realidad este compromiso¡¡, gracias a cada uno de ellos por participar en la organización de este enlace. Después de varios meses de angustias, preocupaciones, nervios, hoy solo podemos decir que es muy gratificante el haber llegado hasta aquí, estamos contentas, felices, emocionadas....¡LIDIA se casa! y sus damas de honor estamos muy orgullosas.

La primera prueba

En todas las bodas una de las mayores preocupaciones de la novia es el vestido, todas quieren ir "sencillas" y yo me pregunto: ¿sencilla con un vestido que vale una fortuna, 200 horquillas en el pelo y la cara alicatada como un cuarto de baño?.
Lidia Toga tiene hoy su primera prueba pero en este pequeño "atelier" no hay organzas, ni seda salvaje, ni una madre llorosa, ni amigas histéricas,  tenemos una artista sola con su obra, se casa con el arte y su vestido son sus lienzos, su ajuar sus pinceles, su ramo una paleta de colores, ..., una apuesta arriesgada, poco convencional dirán algunos, ¿matrimonio de conveniencia tal vez?...

Una pequeña degustación

Todo enlace tiene un convite y todo convite tiene una degustación previa, pero no voy a contaros nada acerca de  canapés de salmón revenido de un pantone un tanto sospechoso, ni de tristes croquetillas frías, arrinconadas y solas ensartadas en un palillo violador, ni de un langostino errante de ojos saltones con gabardina grasienta y mirada suplicante. Nuestra pequeña degustación empieza con dos aperitivos de trazos inacabados, rostros desvaídos que piden ser reconocidos, sueños vividos, realidades soñadas....

Pasa sin llamar

Vamos a fisgar un poco, ¿que vistas tiene Lidia Toga desde las ventanas de su estudio? el Meatpacking de Nueva York, un polígono industrial del Berlín oriental, las buhardillas del Montmartre....la puerta esta abierta y se escucha música...pasáis?